Anteriormente, hemos comentado bastante acerca de la importancia del alojamiento de sitios web, sus tipos, beneficios y características, pero ¿realmente sabemos cómo funciona?
El alojamiento web, mejor conocido como web hosting, es una gran computadora o servidor en el que las personas almacenan sus páginas web y obtienen la conexión necesaria a Internet, para que los usuarios puedan acceder y navegar en las mismas.
¿Cómo funciona?
Se podría decir que un servidor web es una especie de “casa“, ya que cada persona tiene su propiedad y en esta almacenan una gran cantidad de productos propios, que en lugar de ser muebles, ropa y demás, son datos o archivos digitales, tales como HTML, documentos, imágenes, videos, etc.
Se sabe que los archivos y datos de una computadora están almacenados en su propio disco duro y es posible acceder a los mismos cuando se desee. Al igual que estos, una página web es también un archivo, por lo que requiere una computadora que lo almacene. Sin embargo, los sitios en línea están destinados a ser vistos por el público en general, por lo que además de almacenamiento, necesitan de un servidor con una especificación mucho más alta, que esté conectado a Internet a través de un enlace muy poderoso, de manera que todas las personas alrededor del mundo logren tener acceso a los mismos.
Es por esto que los sitios en línea necesitan obligatoriamente un servidor donde alojarse, ya que absolutamente todas las cosas que uno ve, utiliza y lee en la web, provienen de una ubicación física de algún lugar del mundo. Ese servidor necesario e indispensable para que las páginas web estén tanto almacenadas como disponibles para todos los usuarios en Internet, es a lo que llamamos alojamiento web o web hosting.
Los servidores vienen con direcciones IP: una serie de números que identifican una computadora en particular. Sin embargo, al ser tanto números no es fácil de memorizar, por lo que van acompañados de un dominio, es decir, la dirección personalizada de un sitio web que vemos diariamente en Internet, como por ejemplo: www.google.com. Esto ayuda a que los usuarios puedan recordar tu página y además genera confianza en los mismos. En el momento que una persona escriba tu dirección de dominio en su navegador, el servidor recibe la petición de acceso y le hace llegar los datos con la información y visualización de tu página de manera instantánea y automática.
Ahora, existen miles de empresas especializadas en proveer distintos tipos de alojamiento. Uno solo debe escoger la empresa y el tipo de hosting que sea más conveniente para su negocio. De esta manera, no necesitas tener grandes conocimientos técnicos para obtener un servidor, sino que tu proveedor de alojamiento se encarga de administrar la parte técnica y el correcto funcionamiento de tu página.
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